jueves, 3 de diciembre de 2009


Aslam, un Compañero, transmitió:Una noche íbamos a inspeccionar la colina de Waqim en Medina. En una de las casas vimos a una mujer con sus hijos. Estaban llorando. En el fuego había una cazuela llena de agua. Umar, que Allah este satisfecho con el, pregunto porque estaban llorando los niños. Ella dijo, tienen hambre. Los ojos de Umar se llenaron de lágrimas cuando constato que en la cazuela estaban hirviendo pequeñas piedras. De este modo la mujer intentaba engañar a los niños para que se durmieran. Inmediatamente fue al almacén donde guardaban las donaciones. Personalmente lleno de harina un gran saco y lo llevo en sus hombros a la familia. Quería ayudarle pero se negó diciendo: "¡Oh Aslam!Lo llevare yo. Seré preguntado por esos niños en el Mas Allá."Cuando volvimos a la casa de la mujer, se puso a cocinar. Con una mano atizaba el fuego y con la otra le daba vueltas a la sopa. Vi que el humo le llegaba hasta la barba. Termino de cocinar y sirvió la comida a los niños. Después de que la hubiera comido se sentó con ellos. Daba miedo, era como un león.Me daba miedo hablar. Se quedo hasta que los niños comenzaron a reír y jugar. Entonces se levanto y dijo: "¡Oh Aslam! ¿Sabes porque me he sentado con ellos? Vi como estaban llorando. no quise irme antes de verlos reír. Cuando vi que se estaban riendo me sentí reconfortado."

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